Uno de los fallos mas frecuentes cuando se
plantean inversiones públicas, es el no prever qué hacer con un edificio
restaurado o si la actividad que el gobierno de turno va a montar, tiene futuro
o un nicho de mercado que lo justifique. Es lo que se suele llamar un plan
director.
En
el caso de San Gregorio Ostiense, después de ser declarado una de las
maravillas de Navarra, se invirtieron casi dos millones de euros. Se barajaron
varias posibilidades para la hospedería, como un centro de interpretación de la
naturaleza o un albergue de peregrinos. Finalmente a iniciativa del
Arzobispado, parte de los edificios acogen un centro de espiritualidad del que
se encargan un grupo de Peregrinos de la Eucaristía.
Estos frailes con hábito, de origen colombiano, llevan una vida
extremadamente austera y humilde. Tienen un carisma especial. Tratan a la gente
con un cariño enorme y destilan bondad y ganas de trabajar e integrarse en su
entorno rural mas cercano. Sus celebraciones en la capilla habilitada, son para
los creyentes un verdadero anticipo del paraíso por su cuidada liturgia, cantos
y reflexiones. Son verdaderas catequesis, cuando muchas veces en la vida
cristiana de hoy las fiestas litúrgicas se convierten en simples rituales
culturales o tradicionales.
Nos cuenta quien presenció y vivió varias de estas celebraciones, que no
entendía las críticas desde dentro y fuera de la Iglesia a estos jóvenes,
cuando lo único que hacen es vivir de acuerdo a lo que creen y servir a los
demás, en este caso a los pueblos de la Berrueza , para los que son un gran bien
espiritual.
No es mal camino el de las
persecuciones, si se parecen a las que llevaron a Santa Teresa de Jesús a
prisión cuando fundaba nuevas casas de su reforma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario