D. Xavier Barbarin 22/03/13


Con este nombre y apellido tan navarros, nadie diría que Xavier Barbarin fue uno de los 115 cardenales que la semana pasada entraron en el cónclave para elegir al nuevo Papa Francisco. El cardenal Barbarin bien podría ser un vecino de Tierra Estella, aunque de haberlo sido seguro que no hubiera pasado tan inadvertido para sus paisanos. Sin embargo, los antepasados de Philippe Xavier Barbarin, cardenal de Lyon y primado de las Galias, se hunden en nuestra tierra.

    Barbarin, pequeña localidad del antiguo valle de San Esteban de Deyo, es un término de raíz latina. La romanización es el origen del nombre de la mayoría de nuestros pueblos, que se asociaban a una persona o habitante del lugar. Así, Barbarin proviene de Barbarus o Barbaro, Muniain de Munio, Luquin de Lucio, Garísoain de Garisius, Arellano de Aurelianum y Amillano de Aemilio. 

    Con el paso del tiempo, a muchas personas se les añadieron apellidos que los identificaban con su lugar de origen. Y este es el motivo por el que de las 539 personas que en España llevan como primer apellido Barbarin, 409, es decir mas de un 80%, residen en Navarra. El resto de los Barbarin viven en provincias limítrofes. De Tierra Estella también hubo un considerable flujo migratorio con el otro lado de los pirineos, más acusado cuando ambos territorios formaban parte de un mismo reino. En Francia, provenientes de la región del Mediodía cercana a Navarra, los Barbarin son tan escasos como en España.

    Los Barbarin navarros residen principalmente en Tierra Estella y ninguno ha llegado a ser tan célebre como el purpurado francés. Hay una excepción, la del futbolista de Ayegui Jorge Barbarin, que se hizo muy conocido como jugador del Numancia por marcar un gol en el Camp Nou y poner contra las cuerdas al Barcelona en la Copa del Rey de 1995.

    Quien sabe si algún día tendremos al frente de la iglesia a un cardenal con apellido navarro. Juventud, sólo 62 años, y cualidades no le faltan. Si del Papa Francisco destacan su amor a los pobres, el cardenal Barbarin no le va a la zaga ya que es un firme defensor de minorías étnicas, como los gitanos. Y si del cardenal Bergoglio los medios destacan su humildad por usar transporte público en Buenos Aires o ir andando a las reuniones previas al cónclave, hay que decir que el cardenal Barbarin también renunció al coche oficial de la Santa Sede y todos los días cruzaba Roma en bicicleta.

    Si algún día el Espíritu Santo y los señores cardenales quieren Papa a Barbarin, aquí estará el pueblo de su apellido esperando a los curiosos con sus buenos vecinos, su iglesia de San Juan, su puente romano sobre el río Bueno y su yacimiento arqueológico de San Miguel.

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