Viana, vascones o berones 13/11/2015


Resulta indiscutible para los que miran la historia lejana con la perspectiva y no poca carga ideológica actual –es común hacerlo llenos de prejuicios- el pasado vascón de Navarra. Pero los límites de aquel pueblo prerromano no coincidían en absoluto con nuestras mugas actuales y si no fíjense en el caso de Viana.

Hace unos meses, durante una visita a los fondos arqueológicos del Gobierno de Navarra, solicitamos del guía alguna pieza de Tierra Estella que por su valor o historia mereciera la pena contemplar. El arqueólogo no dudó un instante y fue a buscar un precioso catavinos encontrado en su día por Juan Cruz Labeaga en el término de La Custodia (Viana). Se trata de una pieza de lujo, de cerámica romana con forma de campana pero que imita a la cerámica griega. La copa llegó hace más de dos mil años a Viana desde el sur de Italia, seguramente traída por un rico soldado romano de los que participaban en las guerras civiles entre Pompeyo y Sertorio que asolaron el imperio en los años 72 - 82 a. C. Fue en una de esas contiendas cuando la ciudad de La Custodia quedó destruida en un incendio por Sertorio, destacado político y militar romano destinado en Hispania y dominador de todo el alto Ebro. El mismo arqueólogo nos relató que esta antigua ciudad celtibérica fue capital de los Berones, enemigos de Sertorio y su ejército.

Los berones fueron un pueblo indígena prerromano cuyo límite geográfico con los vascones, autrigones, caristios y várdulos es impreciso pero que ocupaba un gran territorio en la depresión del Ebro. La capital de este pueblo, La Custodia o Varia, estaba defendida por un castro ubicado en el cercano Monte Cantabria. La descripción de los berones que hicieron los historiadores romanos, decía que su identidad era explícitamente celtíbera, destacando el carácter céltico, de mucha bravura pero con posterior fidelidad a Roma de sus guerreros. Los berones, como casi todos sus vecinos del valle del Ebro, poseían un grado de organización elevado. Partían de una organización tribal y de vínculos familiares, pero después predominaban las ciudades-estado con alto grado de autonomía. Su identidad lingüística, sociopolítica y cultural estaba bien integrada en la llamada “Iberia céltica”. Numerosas investigaciones y fuentes concluyen que no fueron un ámbito marginal del mundo céltico sino uno de los territorios más desarrollados y dinámicos de la Antigüedad.

Tras las guerras sertorianas parece que se mantuvieron algunas de las poblaciones beronas con su cultura, debido a una romanización tardía. Y cerca de esta urbe principal de La Custodia, los romanos fundaron después Vareia (actual Varea) hasta donde hicieron el Ebro navegable. Parece casualidad que la vid que introdujeron los romanos en la península, y que la adoptaron los pueblos invadidos como los berones, esté cubriendo después de dos mil años la capital de aquel pueblo precursor de La Rioja y que una antigua copa de vino sea el elemento más valioso rescatado de un yacimiento por descubrir conservado intacto gracias a aquel incendio provocado por Sertorio.

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