Al desaparecido tren de Estella
a Vitoria le debemos la salvación del Parque de Los Llanos porque con la
barrera de hierro que formó, libró a este espacio verde de la fiebre
constructora de los años sesenta. Hoy, recuperado como vía verde, identificamos
claramente el trazado urbano del Vasco-Navarro que desde la vieja estación y
por el puente de La Vía llegaba hasta el cercano Zubielqui pasando por
Valdelobos, con túnel y puente incluido.
Cuando se cumplen 100 años de
otro fallido proyecto de tren, el Pamplona-Estella-Logroño, nos preguntamos por
dónde tenía previsto entrar en Estella el tren de Pamplona a Logroño y si esta
otra línea férrea habría influido en la ciudad tanto como el de Vitoria.
Como soñar es fácil, diremos
que Estella sería muy diferente de haber prosperado el proyecto. Lo primero por
las ventajas que en la economía traen las comunicaciones en todos los tiempos y
porque además ésta línea a Logroño hubiera sido el reclamo definitivo para
completar el nudo ferroviario con el también fallido enlace hasta Marcilla y de
allí hasta las Cinco Villas aragonesas, comarca de gran producción agrícola que
habría nutrido a la hambrienta Vizcaya. A diferencia del trazado
Pamplona-Logroño, que situaba la estación en el actual barrio de La Merced, el
proyecto del tren de Marcilla tenía previsto la entrada a la ciudad desde Lerín
y Allo por Ordoiz y por un túnel bajo la cruz de los castillos que tenía su
boca norte en el barrio de San Pedro, partiéndolo en dos y alineado con la
estación cruzaba el Ega por un puente proyectado entre el actual puente de Los
Llanos y la pasarela peatonal de la calle Fray Diego.
Las difíciles circunstancias
políticas y económicas de hace 100 años con una Europa en guerra, la discusión
posterior sobre los anchos de vía o más bien el elevado coste de transformar la
vía estrecha a Vitoria en ancha, la dificultad para transportar electricidad
desde los saltos proyectados en el Urederra y la escasa influencia de una
provincia rural y poco poblada como Navarra dieron al traste con estos
proyectos y con las ilusiones de progreso y apertura a otras tierras.
En 2015, los Presupuestos
Generales del Estado han vuelto a pasar de largo por Tierra Estella y la gran
infraestructura turística que daría el impulso revitalizador al sector, el
Parador Nacional de Irache, sigue en el aire. Tampoco faltaron en este proyecto
del parador los caprichos políticos que lo quisieron colocar en Iranzu u otros
edificios notables de Estella a costa de quienes fueran. Y en estos enredos y
discusiones perdimos un valioso tiempo que, sumado a las vacas flacas actuales,
quizá nos haga lamentar su pérdida definitiva. El ferrocarril, el Parador
Nacional, más recientemente el Canal de Navarra en Lerín –también por falta de
información, diálogo y cintura o flexibilidad política-… van sumando demasiados
trenes perdidos por Tierra Estella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario