Trenes perdidos 30/01/15


Al desaparecido tren de Estella a Vitoria le debemos la salvación del Parque de Los Llanos porque con la barrera de hierro que formó, libró a este espacio verde de la fiebre constructora de los años sesenta. Hoy, recuperado como vía verde, identificamos claramente el trazado urbano del Vasco-Navarro que desde la vieja estación y por el puente de La Vía llegaba hasta el cercano Zubielqui pasando por Valdelobos, con túnel y puente incluido.

Cuando se cumplen 100 años de otro fallido proyecto de tren, el Pamplona-Estella-Logroño, nos preguntamos por dónde tenía previsto entrar en Estella el tren de Pamplona a Logroño y si esta otra línea férrea habría influido en la ciudad tanto como el de Vitoria.
Como soñar es fácil, diremos que Estella sería muy diferente de haber prosperado el proyecto. Lo primero por las ventajas que en la economía traen las comunicaciones en todos los tiempos y porque además ésta línea a Logroño hubiera sido el reclamo definitivo para completar el nudo ferroviario con el también fallido enlace hasta Marcilla y de allí hasta las Cinco Villas aragonesas, comarca de gran producción agrícola que habría nutrido a la hambrienta Vizcaya. A diferencia del trazado Pamplona-Logroño, que situaba la estación en el actual barrio de La Merced, el proyecto del tren de Marcilla tenía previsto la entrada a la ciudad desde Lerín y Allo por Ordoiz y por un túnel bajo la cruz de los castillos que tenía su boca norte en el barrio de San Pedro, partiéndolo en dos y alineado con la estación cruzaba el Ega por un puente proyectado entre el actual puente de Los Llanos y la pasarela peatonal de la calle Fray Diego.
Las difíciles circunstancias políticas y económicas de hace 100 años con una Europa en guerra, la discusión posterior sobre los anchos de vía o más bien el elevado coste de transformar la vía estrecha a Vitoria en ancha, la dificultad para transportar electricidad desde los saltos proyectados en el Urederra y la escasa influencia de una provincia rural y poco poblada como Navarra dieron al traste con estos proyectos y con las ilusiones de progreso y apertura a otras tierras.
En 2015, los Presupuestos Generales del Estado han vuelto a pasar de largo por Tierra Estella y la gran infraestructura turística que daría el impulso revitalizador al sector, el Parador Nacional de Irache, sigue en el aire. Tampoco faltaron en este proyecto del parador los caprichos políticos que lo quisieron colocar en Iranzu u otros edificios notables de Estella a costa de quienes fueran. Y en estos enredos y discusiones perdimos un valioso tiempo que, sumado a las vacas flacas actuales, quizá nos haga lamentar su pérdida definitiva. El ferrocarril, el Parador Nacional, más recientemente el Canal de Navarra en Lerín –también por falta de información, diálogo y cintura o flexibilidad política-… van sumando demasiados trenes perdidos por Tierra Estella.

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