Arqueología al alcance de la mano 04/04/14

Muchas veces, cuando se llevan a cabo trabajos arqueológicos en nuestros pueblos, la gente se pregunta qué objetos aparecen en un yacimiento, su valor, su importancia y, sobre todo, el destino de los mismos.

Pues bien, ahora todos estos tesoros arqueológicos rescatados por los expertos y que son claves para el estudio y la datación de acontecimientos históricos, los podemos ver, fotografiar e incluso tocar con nuestras propias manos. Los fondos de arqueología del Gobierno de Navarra han abierto sus puertas al público y allí fuimos para contemplar las numerosas piezas que, una vez recogidas, restauradas y convenientemente analizadas, pasan a almacenarse como el valioso patrimonio que son. Se trata de elementos recogidos en toda la geografía foral y que por diversas circunstancias –sobre todo por falta de espacio- no están expuestos al público en la red de museos.
De Tierra Estella hay buen número procedentes del yacimiento de la Villa de Las Musas de Arellano, del cual se pueden ver grandes tinajas como las expuestas en el museo. También nos cuentan en la visita la historia que hay detrás de cada pieza y su contexto. Por ejemplo, escuchamos que la villa de Las Musas es un caso de asentamiento rural de una de las familias adineradas que abandonaron las ciudades cuando éstas comenzaron a ser peligrosas por la decadencia y las guerras del Imperio Romano. También hay piezas de pueblos pre-romanos, como Arrosia (Arroniz) o Turbil (Beire), que eran una especia de villas-estado, muchas veces sin contacto entre ellas. En este lugar también se custodian, por poner otros ejemplos, los restos encontrados en los yacimentos por los que pasó la Autovía del Camino en la zona de Cirauqui, Lorca, Villamayor de Monjardín, Luquin y Los Arcos.
Otra curiosidad de la visita es tocar el sílex de la sierra de Urbasa, material que se usaba en la Edad de Piedra para la elaboración de herramientas cortantes. Este sílex de Urbasa era de gran calidad y aquellos hombres de hace 18.000 años ya lo “exportaron” hasta el valle del río Nalón (Asturias) donde se ha encontrado mineral de la misma procedencia. Pero también hay piezas más modernas, como las recogidas en las excavaciones de San Pedro de la Rúa o de Santa María Jus del Castillo.
Mención especial se hace a todas las personas que desde el siglo XIX han recogido y entregado voluntariamente piezas a los fondos del Gobierno, como Juan Cruz Labeaga en Viana o el estellés Segundo Ruiz, quien recogió abundante material en la comarca. Hoy en día, en cambio, es obligatorio por ley entregar cualquier pieza que uno encuentre fortuitamente porque, además, está prohibido ir a buscarlas.

Disfrutar ahora de este patrimonio es muy fácil. Basta con acercarse al kilómetro 1 de la carretera Pamplona-Zaragoza (Cordovilla), con cita previa eso sí (Tel. 848421526). Entre tanto, y por si no les resulta fácil desplazarse, más adelante les contaré en estas páginas un par de historias curiosas de sendas piezas de valor encontradas hace poco en Tierra Estella, recientemente llegadas al almacén.

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