La secta de los alumbrados 03/01/14

Aunque no genere adrenalina como un deporte de riesgo, vivir la historia sobre los escenarios de los hechos resulta una actividad atractiva, incluso aventurera si te adentras físicamente en las ruinas de casas, cuevas o castillos. Al leer la recién publicada novela de Jesús Javier Corpas, ambientada en Estella y Arróniz y basada en personajes reales relacionados con la secta medieval de los alumbrados, recuerdo el paseo del último verano por las calles de Navarrete.

Fue en esta localidad riojana, antigua puerta del reino de Navarra y por el cual toma su nombre Navarrete, donde nos adentramos en la calle Mayor Alta. Por esta vía estrecha y circundante de la colina donde se alza el pueblo, transitaban los alumbrados en el siglo XVI. Los alumbrados fueron una secta mística perseguida por la Inquisición. Sus miembros, que preconizaban un abandono sin control a la inspiración divina y una libre interpretación de los evangelios, tuvieron su origen en pequeñas ciudades de Castilla alrededor de 1511. Sus visiones y exagerados misticismos llevaron a la Inquisición a sospechar de Teresa de Ávila e incluso de Ignacio de Loyola. Precisamente fue en esta calle de Navarrete donde Iñigo de Loyola (todavía no se había cambiado el nombre por el de Ignacio) contactó con los alumbrados.

Aún se conservan en esta localidad las ruinas del cerro donde estuvo prisionero el último comunero de castilla -también en esta época-, el palacio del Duque de Nájera para el que Íñigo trabajó como secretario y dos imágenes de la iglesia restauradas por el mismo Íñigo de Loyola. Otra curiosidad que descubrimos en nuestro paseo fue que además de sus contactos con los alumbrados, parece que Iñigo de Loyola también entabló relaciones, mas mundanas, con la mesonera cercana al palacio con la que se sospecha tuvo una hija.
De Navarrete, puerta de entrada de los alumbrados a Navarra, volvamos ahora a la primera novela de Jesús Javier Corpas titulada La quinta carta. Ella gira en torno a intrigantes comportamientos de varios miembros de esta secta. La trama tiene escenarios locales como el convento de Santa Clara de Estella, los olivares de Arróniz, su barrio noble de Greta y varias aventuras del protagonista, Juan de Mauleón, allende los mares por África y Sudamérica. Lo mejor sin duda es el sorprendente final, de esos que te hacen interrumpir la lectura y separar la vista de la página debido a la creatividad y el ingenio del autor. Si habían pensado en pedir a los Reyes un libro, aquí les he dejado una idea. Que disfruten de la novela y del recién estrenado 2014.

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