La ley de Memoria Histórica aprobada por el
último gobierno socialista provocó controversia y contestación por parte de la
oposición. Sin embargo, cuando nos acercamos a ejemplos concretos apreciamos el
grado de reparación que supone recordar qué hicimos mal y la injusticia de una
guerra y de muertes de los que no estaban en guerra contra nadie, sino que
simplemente tenían unas ideas políticas diferentes.