Muchas veces la
gente se pregunta cuál será su trascendencia en el mundo una vez que ya no
estemos. Hay variadas respuestas comunes como una empresa, un árbol, un libro o
la descendencia familiar donde seremos más o menos recordados. En el caso de un
libro puede ocurrir que, por su importancia, trascienda la propia obra al
autor. Algo así se ha preguntado el filósofo Luis López de Dicastillo Gorricho
con su recién publicado libro sobre Barbarin, el pueblo que le vio nacer hace
ya unos cuantos años. Él mismo me lo confesó hace unos meses: Si no lo hago
yo ahora, ¿quién estará interesado en hacerlo en un futuro?