La noticia me sorprendió el pasado 20 de septiembre. Andaba yo
muy tranquilo por las redes sociales cuando, de repente, saltó en la
pantalla de la tableta una foto y comentario. Al principio me llamó
la atención la imagen de una antigua radio: una de esas joyas como
la que guardamos en casa celosamente porque fue comprada por el
abuelo hace más de 60 años, con Melburne, Moscú, París y Los
Ángeles marcados en el elegante dial de fondo granate. Después de
ver el receptor, leí el inquietante mensaje de Juan Andrés Pastor:
“Desde lo alto de este despido 26 años de radio os contemplan.
Firmado, un parado más”.